Una dieta inadecuada o poco saludable puede ser la causa principal para que tu higado no funcione correctamente.
Si nuestro hígado funciona correctamente nos permite tener un organismo sano y libre de toxinas, ya que éste se encarga de limpiar y purificar la sangre, convertir los alimentos en energía y por ende te sientes mejor. Por esta razon, es vital prevenir las enfermedades hepáticas, de acuerdo con la Fundación Mexicana para la Salud Hepática (FundHepa).
En la información publicada hace un tiempo atras por el portal Livestrong.com, una dieta poco saludable y descuidada favorece el desarrollo de enfermedades hepáticas como hepatitis, cirrosis, hígado graso y cáncer. Algunos de los alimentos peligrosos y que dañan el funcionamiento del hígado son:
1.- Productos ricos en colesterol. Estos alimentos tienen un alto riesgo de generar enfermedades hepáticas. Entre los principales estan las carnes rojas, camarones y la yema de huevo. Mayo Clinic recomienda disminuir la ingesta de productos que vengan de animales o cambiarla por vegetales, frutas y granos integrales.
2.- Alimentos grasos. En un estudio que realizo La American Liver Foundation asegura que este tipo de productos tienen muchas calorías y aumentan los niveles de triglicéridos los cuales dañan directamente al hígado. Se aconseja reducir el consumo de manteca de cerdo, mantequilla, crema, piel de pollo, aderezos cremosos y mayonesa.
3.- Comida rápida. Lamentablemente se encuentran a lavuelta de la esquina y estas son una mezcla de sodio y calorías, por lo que su consumo excesivo y con frecuencia genera una acumulación de grasa en el hígado, lo que contribuye al daño hepático.
4.- Azúcar. Se puede encontrar en diversos liquidos y alimentos. La ingesta de los refrescos, dulces, jarabe de maíz y postres son un factor de riesgo para aumentar las enfermedades hepáticas como la fibrosis.
5.- Proteínas. Los especialistas de Mayo Clinic aseguran que las dietas altas en proteínas aumentan el funcionamiento del hígado porque debe eliminar las toxinas que se forman cuando la proteína se digiere, lo que favorece el desarrollo de cirossis o cáncer de hígado.
6.- Sal. Muchas personas no se toman en serio lo peligroso que es este producto. El consumo en exceso aumenta la presión arterial y aumenta el riesgo de padecer la enfermedad de hígado graso. Lee las etiquetas de los productos para revisar la cantidad de sodio (sal) y reduce el consumo de alimentos procesados y enlatados como el tocino y las salchichas.
7.- Bebidas alcohólicas. La Fundhepa detalla que cuando el hígado tiene que procesar mucho alcohol, las funciones normales del hígado se tienen que interrumpir, lo que lleva a un desequilibrio químico y la destrucción de células hepáticas y puede generar hígado graso, hepatitis o cirrosis.
Además de cuidar tu alimentación para prevenir las enfermedades hepáticas, debes realizar alguna actividad física, vacunarte contra la hepatitis, consumir sólo medicamentos prescritos por tu médico y lavarte las manos después de ir al baño. ¡Cuida tu hígado!
